Aiii amigos. Hoy vengo con algo distinto:
me he mudado. Pero no se trata de una mudanza convencional, me he ido del país.
No sé si para bien o para mal pero es así. Desde luego mi cuerpo lo nota, la
humedad es asfixiante, los mosquitos no temen a nada, ni siquiera al
insecticida y las hormigas encuentran muy cómodo mi cojín.
Total que aquí estoy ahora, tras un sin
fin de despedidas en Valencia, unas más emotivas que otras pero cada una
definida por algo. Y tras solucionar el brete en el que la incompetencia de la
Universidad de Valencia y la de Malta nos habían metido a mi compañera y a mi,
al fin puedo decir que: ara ve lo bo. O eso creo. Dejo
mi tierra para venir a Malta y tentar al Síndrome Isleño, pues esto es una isla
de no más de 26km fortificada no sé cómo por una muralla de 32. Donde el Sirocco es el pan de cada día, junto al sol
abrasador que hace su aparición desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la
tarde. Donde la vegetación escasea y la piedra caliza del lugar le otorga una
apariencia desértica. Pero la gente es maja, eso es importante ¿no? Y tendré
que ver Comino, Gozzo y Sicilia. Y si me apuráis incluso Túnez. Esto será un
islote pero tiene muchas cosas cerca, y por todos es sabido que los Erasmus y
el estatismo no son muy buenos amigos. Yo no soy de gastar mucho, pero este año
haré un esfuerzo. Además, allá donde
fueres haz lo que vieres, así que…
Es grande ¿eh? |