domingo, 16 de febrero de 2014

Viernes

“Brace yourself. Dejemos por ahora esa página en blanco. El viernes la escribiremos”. Y eso hicimos.

By Dihaze
Mi corazón se aceleró a un ritmo vertiginoso, provocado a la vez que acallado por ti. Por aquellos acordes, por tus besos de caramelo, por tus muerdos en mi estómago, por la calidez de tu mirada en el ámbar de tu habitación, por aquella cándida sonrisa y ese “estás preciosa cuando lloras”.

Pero en aquél momento no lo entendí. No bailé danzas africanas ni invoqué a los viejos espíritus, no trepé al olimpo ni busqué a Cronos, no inmolé el ateísmo. Pensé que iba a ser eterno por sí solo, pero no pudo ser más efímero.

Es ahora cuando rezo, cuando emulo a las ménades, cuando la percepción de mi todo, es puro frenesí extático que medra hasta lamer la demencia por reducción de tus palabras a lo absurdo. 

Eso es ahora, pero sólo hasta que haga un pacto con el diablo.